Hace unos meses recibí gratuitamente el libro Buyology for a Coronavirus World de Martin Lindstrom, que es una segunda parte del libro Buyology, verdades y mentiras de por qué compramos.
Lindstrom es un autor danés, Time Magazine Influential 100 Honoree, que ha escrito una serie de libros de marketing, directos y prácticos, basados en investigación, su experiencia, y el sentido común.
En esta segunda parte de Buyology, se enfoca en la pandemia y sus efectos en el comportamiento de las personas, y los cambios que se esperan.
Y expone en la introducción “Con la confianza de las personas sobre su salud en su punto más bajo desde la Gran Depresión de la década de 1930, ¿qué producto, además del equipo de protección personal obligatorio y los alimentos, puede vencer todas las probabilidades y no solo sobrevivir, sino prosperar, durante la pandemia mundial?.
Y añade, ha habido un incremento mundial en la compra de juguetes sexuales, las ventas de papel de baño en los Estados Unidos crecieron 60% respecto al año anterior, y las ventas de tarjetas de felicitación, boletos de lotería y cigarros y juegos de mesa han tenido un aumento considerable. Aumentó la compra de armas de fuego, y Netflix creció 16 millones de subscriptores en solo tres meses.
Menciona que todo se trata de la autoconservación, donde se ha perdido temporalmente el verdadero valor de los commodities (bienes físicos que son componentes básicos de productos más complejos).
Rematando: “Bienvenidos a la Pandemia del Coronavirus”
Nos dice que la amígdala cerebral está a marchas forzadas, y hay que recordar que es la amígdala cerebral responsable del procesamiento de las emociones, como el miedo, el cual ha invadido a la mayoría de las personas en el mundo.
Nos recuerda que estamos esperando a que nos den luz verde para regresar a nuestros antiguos hábitos y rutinas. Pero al parecer eso no va a suceder pronto. Y a su vez, que el estado mental que ondea en el planeta es el miedo y la ansiedad.
Los sentimientos de angustia y desesperanza se amplifican al pensar que uno podría ser atacado por el virus.
Y no solo sería enfermarse, sino ser excluido de los grupos sociales por el riesgo.
Al día de hoy se teme más de la cercanía de otras personas, de los estornudos y los fluidos corporales.
Bueno, ¿y porque estamos hablando tanto de esto?: porque son las bases para entender la economía del miedo, y cómo esto ha trastornado la vida de todo mundo, y por lo que se prevé, cómo van a cambiar los intereses, necesidades y hábitos de las personas, y por lo tanto su forma de adquirir bienes y servicios.
En el capítulo ¿Me estoy volviendo loco? Explica que el encierro debido a la pandemia está ocasionado que la mayoría de las personas suba de peso, sea más violenta y esté cansada de no hacer nada.
Que los hábitos que se tenían de la rutina del trabajo dejaron de funcionar, lo que ha provocado que su vida sea un tanto borrosa, menos clara.
Comenta que ha entrevistado gente que está desayunando a las 2 o 3 de la mañana, trabajando los domingos, o asistiendo a reuniones virtuales en ropa interior.
Y todo esto sucede mientras evitan saludarse con las manos, las reuniones con amigos u otras personas, lavándose las manos cada una o dos horas.
Limpian obsesivamente las perillas de las puertas, las llaves de los lavabos, las manijas de los autos y los volantes. Sin olvidarse las latas de alimentos y los botes de leche. Todo a la vez.
Un blog colombiano especializado en contenido destaca del libro Buyology:
“Volveremos a visitar nuestra lista de deseos y nos preguntaremos “¿Qué quiero lograr con mi vida?, Mientras redescubrimos, lo que le da sentido a nuestro propósito y comenzaremos a buscar nuevas opciones. De hecho, cuando la pandemia termine. Los acciones de la bolsa de valores y petróleo comiencen a aumentar, supongo que los consumidores se volverán aún más vacilantes e inseguros sobre el gasto diario, más de lo que ya somos hoy (nos preguntaremos, ¿si puedo?).”
Y continua:
“¿Es este el producto el correcto? ¿Debo comprar esto o aquello? Y en su lugar, ahorrarán para artículos de mayor precio, pero que le ayuden a comprender mejor, por qué existimos. Creo que como sucedió después la Gran Depresión de 1930, para quienes la vivieron, esta pandemia nos va a curar del gasto excesivo crónico durante mucho tiempo”
Y respecto a los negocios cita:
“Tenemos la oportunidad de revaluar nuestros gastos, nuestras relaciones, nuestras prioridades, y será necesario hacer una dolorosa correctiva a nuestros negocios, una reorganización de principios”.
Ahora estamos obligados a cambiar, mejorar, encontrar formas más creativas de acercarse a los consumidores.
El cambio es lo que viene.
Lindstrom argumenta que ha habido otras situaciones en el mundo que han provocado cambios en la gente, pero que no han sido tan profundos o tan largos en el tiempo como la pandemia del COVID-19, por lo que prevé que habrá industrias que serán más afectadas.
Sobretodo las que implican que se reúna la gente, como buffets, cines o conciertos, y que habrá nuevos conceptos que los reemplazarán.
Y el reto reside en que los líderes de las empresas y negocios deberán hacer supuestos en cómo se darán los cambios en sus industrias, y ante esto, proponer nuevos productos, servicios, o una combinación de estos que ajusten a las nuevas necesidades e intereses de las personas.
Si las personas se sienten incomprendidas en sus deseos, simplemente no se interesarán, no habrá venta. Pero sobretodo el fracaso será responsabilidad de las empresas que no entiendan y se adapten a la nueva dinámica de la economía.
Cierre
Vienen cambios significativos en el mundo, el COVID-19 y las restricciones sociales están dirigiendo hacia nuevas maneras de interacción, de adaptarse a los nuevos valores, intereses y comportamientos de la gente.
A las empresas nos queda la tarea de comprender y planear nuevas vías que soporten la sobrevivencia y el éxito.
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