Emprender en los negocios, un proceso

La cultura del emprendedurismo tiene una larga historia en el mundo, en donde ha habido oportunidades, alguien ha desarrollado un negocio que aprovecha las puertas abiertas del mercado.

En los primeros tiempos puede haber sido el intercambio de bienes entre individuos o sociedades tribales, pero es cierto que en el tiempo la producción de bienes, los servicios y el comercio han evolucionado de manera espectacular.

El universo de negocios hoy en día es muy complejo, y fascinante.

Por otra parte, con cierta frecuencia el día de hoy se identifica al concepto de emprender con el desarrollo de nueva tecnología e Internet.

Pero no es completamente así. Las posibilidades de iniciar un nuevo negocio son infinitas, y no están limitadas a un tipo específico de actividad.

Emprendedor es quien inicia un nuevo negocio.

De acuerdo a The Accent hay 5 principales maneras de emprendimiento:

  • Emprendimiento social.
  • Emprendimiento de innovación.
  • Emprendimiento de grandes negocios.
  • Emprendimiento de pequeños negocios.
  • Emprendimiento de empresas escalables.

Los campos que se abren son amplísimos, y no necesariamente están orientados, cómo se ve en el primer punto (emprendimiento social), a generar ganancias.

El ser emprendedor es iniciar un negocio y tomar un riesgo financiero con el objeto de obtener una ganancia. Y categóricamente no hay diferencia entre iniciar grandes negocios o ser un emprendedor solitario.

Es arriesgarse a crear algo nuevo con la esperanza que el mercado responda positivamente.

Ahora bien, Investopedia reporta que aproximadamente el 20% de los nuevos negocios fracasa en el primer año, 45% durante los primeros cinco años, y 65% en los primeros diez años. Solo el 25% de los nuevos negocios lograron llegar a los quince años o más.

Y el mismo documento señala que hay seis razones por las que los negocios fracasan:

No investigar el mercado. No comprender si el mercado será receptivo a la oferta.

  • Problemas del plan de negocios. No realizar un plan o modelo de negocios, o en su defecto desarrollarlo de manera defectuosa, lo que significaría el no tener bases confiables para tomar decisiones.
  • Baja financiación. Es imposible prever las situaciones a las que se enfrente un nuevo negocio. Si se limita el acceso a financiación, es posible que en momentos vitales no sea posible continuar operando por la falta de recursos.
  • Mala ubicación, presencia en Internet o mercadotecnia. El tomar malas decisiones o no hacer lo obvio puede tener consecuencias negativas.
  • Ser rígido. No ser flexible después que ya se ha establecido el negocio. El mercado siempre ha sido cambiante, actualmente más. Y hacer los ajustes o cambios pertinentes, dependiendo de los apetitos del mercado, es sensato.
  • Expandirse muy pronto. Cuando ha tenido éxito, es muy recomendable el considerar la expansión como un nuevo emprendimiento, que se comprenden las áreas y mercados que se quieren alcanzar. Si un negocio se expande rápidamente sin la consecuente respuesta del mercado, puede drenar los recursos financieros y hundir la empresa.

Decide y emprende

Sin importar la razón que se tenga para iniciar un negocio, ya sea el aportar socialmente, el innovar y ofrecer un nuevo tipo de producto o servicio, o simplemente obtener ganancias

Es central reconocer que el emprendedor es una persona visionaria y que toma riesgos, que gusta de su libertad y de la posibilidad de conquistar mercados.

Por: Víctor Raúl Ordóñez

Consultor de Brand Marketing.

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